‘¿Usted cree que la mató ese chico?’

Los informáticos forenses peritan que el móvil de Sara Lozano muestra el tiempo y el recorrido de la discoteca al lugar donde apareció su cuerpo

M. Peñalver/Montblanc.- ¿Usted cree que la mató ese chico? Es la pregunta que ayer tenía que contestar a los ‘montblanquins’ que me conocen como criminalista. Cada día de juicio que pasa, desde el 20 de febrero en el que comenzó la vista en la Audiencia Tarraconense, el círculo se va cerrando cada vez más contra «ese chico». «Pobre muchacha, ya de pequeña tuvo que pasar por situaciones familiares complicadas … y mira como ha acabado». Hablo con una conocida de la víctima que dice que lo sintió mucho, como toda la capital de la Conca. La inquietud y la larga duración de la vista con jurado popular hace que se tenga ganas de conocer la sentencia. Yo respondo a la pregunta en lo que modestamente conozco de este mundo: «Yo diría que es imputable, si no completamente, sí en una un tanto por ciento elevado. El único atenuante sería su estado psíquico, que los peritos psiquiátricos determinarán , y tal vez los efectos del alcohol bajarán la pena de 20 años que tanto fiscal como acusación particular solicitan para él «.

Pero la última sesión del juicio ha venido a poner un peso más sobre la cabeza de Jaume y que, según algunos, aclaran dudas del primer día y borra las contradicciones que, como todo el mundo haría si fuera culpable, ha creado dudas. Recordemos que la ley permite que la defensa utilice los elementos que considere oportunos para desviar la acusación. Entre otros, que el mismo acusado introduzca elementos distorsionadores para salir indemne. Los peritos policiales, especialistas en Medios Técnicos, han sido claros: el móvil de Sara indica que fue de la discoteca Xenon, en la Espluga, al lugar donde apareció muerta el 25 de octubre de 2014. El recorrido no duró más de 20 minutos. El informe pericial indica que mediante un procedimiento que se denomina triangulación se puede saber la ubicación del aparato sin necesidad -como muchos creen- de que tenga el GPS activado. El procedimiento calcula la distancia a tres antenas emisoras y determina el punto donde se encuentra el dispositivo. Pues bien, este procedimiento ha dado como resultado la ubicación final en el terreno donde fue descubierta.

El aparato había sonado casi media hora sin que se respondieran las llamadas. Los primeros veinte minutos por motivos que se desconocen, y los últimos diez minutos, porque el móvil ya estaba apagado, o no funcionaba. Otros elementos que fueron protagonistas de la declaración de los peritos fue el cálculo de la velocidad del vehículo de Solsona y la extraña elección de una ruta tortuosa para llegar al lugar, que dice el acusado, que fue donde pasó noche: la Ermita de Montblanc.
El juicio tardará días en concluir. Pero tendrá un punto «caliente»: la declaración de Jaume Solsona el próximo miércoles. Un caso extraño, un acusado extraño y un hecho delictivo que en Tarragona ya conocemos de otros casos similares, como el que afectó en 1982 a la hija del alcalde de Ulldecona, Castell, asesinada por un conocido después de salir de fiesta. Una larga investigación que concluyó con el responsable en la cárcel muchos años después.

 

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