No se trata de un relato de ciencia ficción ni de terror. A las 11 de la mañana de hoy, repentinamente, el suelo de la calle del Ferrocarril, en Viladecavalls, se abrió y un gran agujero se tragó un coche en que viajaba una madre y su hijo. Probablemente las lluvias de los últimos días había debilitado el suelo. Afortunadamente, el hecho lo vio un bombero fuera de servicio y algunos vecinos, que han ido corriendo a socorrer a los ocupantes del vehículo. Al lugar se han trasladado cinco dotaciones de los Bomberos de la Generalitat que han ligado a la madre y el niño con cuerdas, y los han ido subiendo hacia la superficie sin que hayan sufrido lesiones físicas, pero sí en un estado de ansiedad que ha hecho aconsejable su traslado a un centro sanitario. El socavón ha aparecido en un lugar muy cercano a las vías del tren ya poca distancia de la estación de San Miguel de Gonteres, lo que ha hecho necesario avisar a Adif para que interrumpas el tráfico de los trenes, que, finalmente, pasaban a poca velocidad -no más de 10 km / h- y por la vía más alejada en la calle afectado. La línea que ha quedado más afectada ha sido la de cercanías, la R4, que comunica Terrassa con Manresa.