El compañero del atracador muerto en Lleida declara ante el juez que no llevaban armas

El Juzgado número 1 de LLeida ordena su ingreso en prisión, sin fianza, y le acusa de robo con violencia e intimidación.

Como era de esperar, por estrategia de defensa, el atracador de Reus que acompañaba al fallecido en la persecución policial de Lleida, ha declarado ante el juez que no iban armados. El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lleida ha ordenado su ingreso en prisión mientras continúa la doble investigación del caso: la del propio robo con intimidación, cuyos hechos no presentan controversia, gracias a los testimonios, y la de la actuación policial, que al no disponer de testigos «imparciales» se muestra más complicada. Asuntos Internos de la policía catalana continúa con las gestiones para conocer todos los detalles de aquella complicada persecución. Lo que está claro es que los que huían causaron lesiones al empleado de la gasolinera, estuvieron a punto de atropellar a una joven, chocaron con un vehículo, destrozaron la valla de una finca e intentaron (según la versión oficial) echar de la carretera a una patrulla de Mossos. Lo que ocurrió en aquellos últimos momentos de la huida a pie es lo más preocupa a los investigadores. El detenido ha declarado que sólo llevaba consigo un objeto de madera, pero ninguna pistola y que su amigo -el fallecido- tampoco la llevaba.

La declaración del presunto implicado en el atraco a la gasolinera se ha producido bajo un extremo secreto, ya que el propio titular del juzgado de instrucción se ha interesado en que se cerrase la puerta con llave y que dentro sólo quedasen las defensas y los policías. La Policía catalana y el juzgado investigan si el atracador amenazó a los agentes con las armas o bien las encontraron en una bolsa o dentro de la furgoneta, como apuntó el diario Segre, que precisaba que los disparos mortales -dos balas que impactaron en la espalda- se realizaron desde más de cinco metros de distancia. Por su parte, los policías que llevaron a cabo la detención aseguran que el compañero del declarante le estaba apuntando con un arma, versión que ha dado como oficial el cuerpo de Mossos. También se tiene en cuenta los numerosos antecedentes y causas abiertas que están en su «experidente» por hechos similares a los registrados el domingo en LLeida. Como ocurre en tantos casos penales de gravedad, el hombre declaró que la actuación delictiva se realizó bajo los efectos del alcohol y alegó su adicción a las drogas, algo que, a buen seguro, constituirá una importante reducción de la pena cuando se lleve a cabo el juicio.

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