
El Grupo de Multirreincidentes de los Mossos de Barcelona ha detenido a 27 hombres como presuntos autores de 20 robos violentos y hurtos de relojes de alta gama en Barcelona. Catorce de los 27 arrestados han ingresado en prisión y el resto han quedado en libertad con cargos. Los arrestados conocían perfectamente el valor de los relojes que querían sustraer y de las posibilidades para su posterior venta en el mercado ilícito, en Oriente medio y del norte del Magreb donde hay una fuerte demanda de este tipo de producto. Entre todos los ladrones acumulan más de 250 antecedentes policiales y el valor total de los relojes sustraídos asciende a 312.000 euros, con unidades que van desde los 500 a los 120.000 euros, de conocidas firmas comerciales.
El punto de partida de la investigación debe situarse a finales de octubre de 2016 después de que los Mossos detectaran varios casos de robos de relojes de alta gama en la vía pública, principalmente en los distritos de Ciutat Vella y el Eixample. Durante la fase embrionaria de la investigación los agentes pudieron establecer que los ladrones localizaban las víctimas potenciales a las puertas de restaurantes, hoteles, discotecas y otros establecimientos donde habitualmente se mueven turistas con un alto poder adquisitivo. El objetivo de los delincuentes era la detección de personas que llevaran relojes de alta gama.
El modus operandi de los ladrones tenía como objetivo conseguir al precio que fuera el reloj. Para escoger las víctimas hacían vigilancias de joyerías de lujo, hoteles de categorías superiores, prestigiosos restaurantes y locales de ocio nocturno. Una vez seleccionado el objetivo lo seguían hasta que encontraban el momento idóneo para cometer el robo: se acercaban a la víctima con cualquier pretexto y hacían maniobras de distracción a su brazo para sustraerle con mucha habilidad el reloj sin que se n ‘ diera cuenta. Si la víctima se resistía o no veían claro que pudieran consumar el robo a través de este método no dudaban en hacer uso de la violencia para conseguir el botín.
Los autores de los robos son de nacionalidad francesa y belga y viven en ciudades como París o Londres. Desde allí se desplazaban a Barcelona y en otras ciudades del Estado español con el objetivo de encontrar víctimas potenciales, especialmente entre los turistas, en busca de relojes de alta gama. Integraban varias baterías de entre dos y cinco personas con una gran movilidad y, aunque se conocían ya veces intercambiaban algunos de sus miembros, no formaban parte de una organización criminal jerarquizada que las coordinara.
En uno de los robos los mozos pudieron actuar in fraganti el pasado 9 de marzo cuando hacían servicio de paisano. Detectaron cuatro especialistas en la sustracción de relojes de alta gama en la Barceloneta en actitud de seguimiento a una víctima. Los ladrones se dirigieron a un bar con clientes de alto poder adquisitivo y monitorizaron los movimientos de la víctima después de comprobar que el reloj que llevaba era de lujo. Cuando el hombre salió del local los arrestados se situaron tras él estratégicamente para bloquearlo y entibar-le el reloj. Fue en este momento que los policías intervinieron para interceptar y detener a los cuatro ladrones y pudieron devolver el reloj a su legítimo propietario.