
Un juzgado de Galicia investiga un caso singular ocurrido en Vigo en el que por un error se incineró el cuerpo de un leñador portugués cuando debería haberse llevado a cabo ese proceso con un difunto que residía en la ciudad pontevedresa. El error, según la Xunta, lo cometieron en una funeraria, cuyos transportistas acudieron al lugar equivocado a buscar el cadáver. Mientras que el leñador, con residencia en la ciudad de Tui se encontraba en un hospital a la espera de realizar una autopsia, ya que había muerto por un accidente de trabajo; el cuerpo del vigués estaba en el complejo funerario Vigo Memorial. Cuando una de las familias se dio cuenta del error, ya se había incinerado el otro cuerpo.
La Xunta de Galicia, responsable del Instituto de Medicina Legal, afirmó que los cuerpos estaban correctament identificados, pero que los encargados del transporte no comprobaron bien estas identificaciones. El portugués había fallecido al caerle encima un árbol cuando trabajaba, lo trasladaron al hospital Nicolás Peña para realizar la autopsia y ser trasladado a Portugal para darle sepultura.