
ACN Tarragona.-La fiscalía pide trece años de prisión a un hombre que está acusado de matar el compañero de piso propinándole una o varias veces en la cabeza con una piedra de grandes dimensiones en Sant Carles de la Ràpita (Montsià). Los hechos ocurrieron a finales de junio de 2018 en una finca de la Partida de en Carrasca. Según relata la fiscalía, los dos hombres tenían problemas de drogadicción y uno de ellos terminó con la vida del otro durante una discusión. El cadáver de la víctima, de 56 años, lo localizaron al cabo de varias semanas, el 2 de agosto, en avanzado estado de descomposición y «casi momificado». El caso se juzgará con un jurado popular en los próximos meses en la Audiencia de Tarragona.
Según el escrito de acusación de la fiscalía, la víctima vivía sola en un domicilio de la calle de la Dársena de San Carlos de la Rápita, pero entre finales de mayo y principios de junio de 2018 invitó al acusado a vivir con él. Ambos tenían problemas de drogadicción. El día 25 la víctima cobró la pensión a que tenía derecho, por un importe de 739,80 euros. Entre ese día y el 27 de junio, se hicieron ocho retiradas de efectivo en cajeros automáticos.
El 27 de junio, la víctima acudió al CAP de San Carlos de la Rápita en dos ocasiones acompañado del acusado. El hombre presentaba lesiones en la mano y en la cabeza producidas por el acusado, según la fiscalía, después de haber discutido. En concreto, por la mañana lo atendieron de una herida en la mano y, por la noche, de un corte de siete centímetros en la cabeza.
A partir de entonces se perdió la pista a la víctima. Según la fiscalía, el crimen se produjo entre las nueve y media de la noche del 27 de junio -a la salida del médico- y el mediodía del 29 de junio. En una finca rústica de la Partida de en Carrasca los dos hombres comenzaron a discutir y el acusado golpeó a la víctima con una piedra de 30x40x15 centímetros que delimitaba el margen entre parcelas.
Según el ministerio fiscal, el procesado le golpeó «en una o varias ocasiones con el ánimo de ocasionarle la muerte o siendo plenamente consciente de que con su acción podía ocasionarle la muerte». Tras recibir el impacto, la víctima cayó al suelo y el acusado abandonó el lugar de los hechos.
El cadáver lo localizaron el 2 de agosto por la noche bajo un almendro situado a unos seis metros de la partición con la finca vecina. El cuerpo presentaba un avanzado estado de descomposición, casi momificado. La autopsia determinó que la causa de la muerte había sido una contusión craneal. Los forenses situar el momento de la muerte a finales de junio de 2018.
Por su parte, el 29 de junio de 2018 el acusado se dirigió a un bar de Amposta y allí pidió al propietario que le dejara el teléfono móvil. El acusado llamó a su hermana y quedó con ella en la parada del autobús, donde se marchó en dirección a Reus. El acusado pasó unos días en Vilaseca al domicilio de su madre y luego se trasladó a Reus, donde fue detenido la madrugada del 29 de agosto.
En el momento de los hechos, el acusado había abandonado el tratamiento de deshabituación a que se había sometido y había vuelto a consumir drogas. Por su parte, la víctima recibía tratamiento para la deshabituación mediante la administración de metadona que le dispensaban en una farmacia de Amposta.
Según la fiscalía, los hechos constituyen un delito de homicidio por el que solicita 13 años de prisión, 20 de inhabilitación absoluta y el pago de las costas procesales. El caso llegará a juicio en los próximos meses en la Audiencia de Tarragona con un jurado popular.