Algunos medios brasileños han informado del hallazgo de un total de 61 cadáveres en cárceles de Manaus, al norte de Brasil. Los presos habrían muerto por asfixia, según las autoridades, y algunos medios especifican que muchos aparecieron ahorcados. Se desconoce si esta acción responde a un plan ideado por alguna banda criminal. Las autoridades penitenciarias afirman que la situación está ya bajo control gracias, entre otras medidas, al envío de fuerzas especializadas en el control de los centros de privación de libertad que en Brasil son de los que ofrecen peores condiciones humanas.
