
ACN Barcelona .- Un juzgado penal de Barcelona ha condenado a un hombre a medio año de prisión y más de 2.000 euros de multa e indemnización por haber maltratado un zorro en una finca de Sant Vicenç dels Horts. El hombre atrapó al animal con una jaula-trampa y le dejó varios días atado a los barrotes sin agua ni comida. Los agentes rurales encontraron zorro, hembra, pero la tuvieron que sacrificar ante las importantes lesiones que tenía. La sentencia se considera pionera porque no hay muchas condenas por maltrato de animales salvajes.
La sentencia, a la que ha tenido acceso la ACN y ha sido aceptada por el acusado, considera probado que los primeros días de mayo de 2017 el hombre, propietario de una finca forestal en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) , dejó activadas dos jaulas-trampa de grandes dimensiones para capturar de forma indiscriminada animales salvajes, especialmente mamíferos. Una persona que vio la jaula con el animal avisó a los agentes rurales. Hacia las 2 de la tarde del 14 de mayo dos agentes rurales encontraron las trampas y en una de ellas había un zorro hembra subadulta. El acusado la habría capturado y le habría atado el cuello a los barrotes con un cable eléctrico, sin dejarle comida ni agua, «circunstancias buscadas y aceptadas por el acusado». Esta situación había provocado en el animal un «sufrimiento» importante, pero los agentes rurales no llevaban las herramientas adecuadas para recuperarlo.
Los agentes abrieron una investigación, comprobaron que el dueño del terreno no tenía permiso para cazar zorros, que a pesar de no ser una especie protegida no se pueden cazar sin autorización específica, pero nunca se puede hacer con una jaula trampa. Le dejaron comida y agua y tuvieron que marcharse porque no llevaban el material adecuado para liberarla o llevarse con seguridad.
Al día siguiente los agentes trasladaron el zorro en el Centro de Recuperación de Fauna de Torreferrussa, en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), perteneciente a la Dirección General de Políticas Ambientales de la Generalitat. Tras examinar el ejemplar, se vio que el zorro presentaba lesiones faciales profundas causadas por el rozamiento y el traumatismo continuado contra los barrotes de la jaula donde había estado cerrada, e incluso tenía algún diente roto al intentar liberarse. También presentaba síntomas claros de desnutrición. El caso se llevó a la Fiscalía de Medio Ambiente de Barcelona y en el juzgado de instrucción número 4 de Sant Feliu de Llobregat.
«La situación de maltrato y consecuente sufrimiento que el acusado causó al animal de forma intencionada e injustificada provocaron que el zorro sufriera mucho dolor y un estrés extraordinario», asegura la sentencia. A consecuencia de las graves lesiones, el animal tuvo que ser sacrificado con la administración endovenosa de barbitúricos.
El uso de jaulas trampa para capturar fauna salvaje está totalmente prohibido por el Convenio de Berna de 1979, varias directivas europeas y leyes españolas y catalanas de protección animal y de la biodiversidad, ya que se trata de «métodos de caza masivos, no selectivos y indiscriminados, que afectan numerosas especies de mamíferos de la fauna salvaje vertebrada que habitan en la zona donde el acusado practicaba la caza ilegal «, recuerda la magistrada.
Por todo ello, el juzgado penal número 26 de Barcelona ha condenado al hombre a seis meses de prisión por un delito de maltrato animal, 1.800 euros de multa por dos delitos contra la fauna, tres años de inhabilitación para oficio o comercio relacionados con animales, tres de inhabilitación de permiso de caza y pesca y tres de tenencia de animales. Además, deberá pagar 238,55 euros por los gastos causados al centro Torreferrusa y 100 euros de indemnización por la muerte del animal. El ingreso en prisión se suspende si en dos años el hombre no vuelve a delinquir.
La fiscalía inicialmente pedía un año de prisión, tres de inhabilitación y 5.280 euros de multa, pero rebajó las pretensiones ante la conformidad del acusado.
Jaume Bosch, ninguno de los agentes rurales en la región de Barcelona, ha explicado el caso a la ACN que lo relevante de la sentencia es que no sólo se le condena por delitos contra la fauna cazando animales no autorizados y utilizando métodos de caza prohibidos , sino también por un delito de maltrato, que normalmente se usa sólo en fauna doméstica como gatos y perros maltratados. Es de los primeros golpes que se aplica en fauna salvaje para que el acusado le mantenía conscientemente vivo pero cerrado dentro de la jaula a pesar de ser salvaje.