
Los Mossos d’Esquadra han recibido una denuncia por parte de miembros de la familia real de Qatar, donde declaran haber sufrido un robo mientras se alojaban en un hotel de Barcelona, publica La Vanguardia. El robo se cometió el pasado sábado y el botín consistió en relojes y joyas que la Policía catalana ha valorado en 30.000 euros. El robo no tendría más relevancia que cualquier otro robo -salvo que se trate de miembros de una familia real- si no fuese porque ese día un fallo informático anuló la posibilidad de que las cámaras de seguridad grabasen imágenes y que se utilizase una llave maestra o una copia de la llave.
Los ladrones se llevaron consigo toda la caja de seguridad donde se encontraban los objetos robados, que los denunciantes valoraban en casi el doble de lo que se valoró en comisaría. Los delincuentes fueron directamente a la habitación de los cataríes, ya que no se registró ninguna otra sustracción en el establecimiento ese día.